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Y a veces te quedás así...




Y a veces te quedás así... mirando el horizonte. Casi sorprendido, o realmente sorprendido.
A tu lado te miran y saben que es así.
Tu certeza, esa que siempre te tranquiliza, no es más que un retazo de papeles que afirman que todas las construcciones se cayeron, justo un minuto antes de hacerse realidad.

Vos, a un costado, como siempre. Pensativo, y sin saber bien qué hacer.



La señorita maestra de Alicia Fernández



La señorita Patricia es casada pero la llaman "Señorita". El señor director es soltero, sin embargo no lo llaman señorito. Claro, los varones son siempre señores. Las mujeres en cambio, para ser señoras, tenemos que ser señoras de algún señor. Bueno, pero yo estaba hablando de la señorita Patricia, que también la llaman "segunda madre". Es madre, entonces, pero madre vírgen, porque ser madre soltera no está bien considerado en la escuela.

-¿Cómo se llama tu señorita?- Le pregunté a uno de los alumnos.
-No sé- fue la respuesta.
Otro alumno, Juan, enseguida dijo: -señorita Patricia-
Pregunté: -Porqué no la llaman Patricia?
-Porque es la maestra- dijeron los dos a coro.
-¿La señorita es casada?
-Sí- respondieron
-¿Tiene hijos?
-Si, el hijo está en 3° "B"
-¿Cómo se las llama a las mujeres casadas?
-Señoras
-Entonces, ¿porqué no la llaman señora?
-Ya te dije, porque es la maestra.

Juan y su amigo no podían explicarme que la señorita Particia es maestra y por eso su mujer y el uso de su sexualidad debe ser desmentido. No podían explicarme lo inexplicable. El sisetema educativo acostumbra a mostrar y desmentir lo que muestra.

Un día Juan le pidió a su papá que fuera a la reunión de madres a que citaba "la señorita". La señorita escribió una nota en el cuaderno de Juan que decía: "Señora mamá: el lunes la espero en la reunión de madres." Juan preguntó:
-¿puede venir mi papá?
-Si, es igual- dijo la señorita. (Frase que descalificando el pensamiento de Juan sobre la diferencia entre un padre y una madre, lo deja reducido a un silencio inexplicable).
Juan quería que fuera su papá y le mostró la nota. El papá dijo:
-Esto es para tu mamá. La reunión es de "madres".
-La maestra dijo que "es igual" que vayas vos- dijo Juan.
El papá de Juan fue a la raunión de madres, por primera y última vez. Era el único papá. La señorita maestra se dirijió a las veinte mamás y al único papá diciendo: "A los señores presentes". A las veinte mujeres les pareció natural que por la presencia de un solo varón todas ellas perdieran el sexo femenino. Así habían sido nombradas-omitidas desde que nacieron. Sólo entre mujeres el lenguaje les permite ser mujeres.

Patricia dijo que "los chicos no se estaban portando tan bien como las chicas, que...". El padre de Juan la miraba y no escuchaba. Recordaba un día, cuando estaba en primer grado, sentado justo como ahora, en el tercer banco, llorando porque porque no entendía lo que su señorita le pedía. En su interior sonaba la voz de su maestra diciendo "los hombres no lloran".

Una señora-señorita habla de unas madres-señores presentes, a un padre señora mamá y a un varón repleto de lágrimas escondidas para que le crean que es varón. ¿Qué aprenderán los alumnos y alumnas junto con la lectoescritura? ¿Atravesada de qué ideología estará la enseñanza de la escritura de las palabras? La enseñanza de qué es varón y de qué es mujer no figura en el curriculum de la escuela, pero el ocultamiento, la desmentida, la omisión de la identidad, entrenan a través de lo no dicho.

"La sexualidad atrapada de la señorita maestra" Alicia Fernández

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