Un hermoso mancebo frenó junto a mi puerta.
Parado allí, parece una escultura. Espanyol. Indeciso. Travieso y miedoso. Como calculando cada palabra que fuera a decir.
Un instante, y luego marcha, tras de sí, con su bicicleta, sus gafas y mis ilusiones de saber a España en mis apretados labios.
Parado allí, parece una escultura. Espanyol. Indeciso. Travieso y miedoso. Como calculando cada palabra que fuera a decir.
Un instante, y luego marcha, tras de sí, con su bicicleta, sus gafas y mis ilusiones de saber a España en mis apretados labios.
Diciembre 2007 - Cerdanyola
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