Hay lugares donde uno inventa cosas. Historias, vidas, construcciones, destrucciones, etc. lo nerval es que uno iventa cosas. Uno inventa, o mejor dicho, hay lugares donde una persona deja que su ser ponga una semilla de su propia persona afuera de esa misma persona. La persona sale de sí y puede mirarse a traves de lo que acaba de construír.
Por experiencia personal, esto puede asustar mucho, tanto que el hartazgo producido lleva a volarse los cesos. Por experiencia personal, yo lo vuelvo a mirar cada tanto. Cada tanto vuelvo a mirar mis invenciones, las remastico ('muelo y rehago' como dice Silvio).
Esta vez el invento, el más visible, hablaba de mí mismo, de mí haciendo maravillas, siendo algo muy diferente de humano, siendo sin más una criatura, que ni siquiera podría saberse buena o mala. Una criatura que tan solo hacía cosas. una criatura que manejaba el agua, la daba forma, la mandaba y ordenaba sus usos. Molía la ciudad (y la humanidad) y la rehacía de otra manera. Como casi todas las criaturas, este reahcer lo planteaba en orden durarero, por no decir casi eterno.
No recuerdo el final de esta historia; y de momento me da un poco de miedo escucharla. Acaso dudo que haya un final; mucho menos uno que no terminara en Buenos Aires (el otro lado de Barcelona).
Desde Barcelona, y para quienes a veces leen este pequeño espacio de apertura personal, algún día escucharán el cuento de una extraña criatura que logra manejar el agua y destruye la ciudad. Ese día, sabrán que ése es mi cuento, y ése soy yo.
Desde Barcelona, Saludos...
Fernando Herman 13-05-2008
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2 comentarios:
En donde estas ???
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